Enfermedades de Notificación Obligatoria (ENO)

CHAGAS, ENFERMEDAD DE

CÓDIGO CIE-10 Z11.6, Z20.8, B57.0,
B57.1, B57.2, B57.3, B57.4, B57.5

 

Justificación

La enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis americana ocupa un importante lugar como carga de enfermedad (AVAD) después de las enfermedades respiratorias y diarreicas. Es una parasitosis de carácter crónico que afecta el potencial laboral y la productividad de las personas infectadas. Hasta un 30% de los enfermos crónicos presentan alteraciones cardiacas y 10% padecen alteraciones digestivas, neurológicas o combinadas. Esta enfermedad puede ser curada en casi el 100% si se administra el tratamiento antiparasitario en la fase aguda.
En Paraguay se certificó la interrupción de la transmisión vectorial intradomiciliaria de Tripanosoma cruzi en el año 2018, en todo el territorio del país. Sin embargo, continúa siendo un problema de Salud Pública de importancia nacional y esto supone el punto de partida para añadir a la vigilancia entomológica y epidemiológica, las acciones de diagnóstico y tratamiento a nivel poblacional y en especial a las mujeres en edad fértil para la detección y tratamiento oportuno de transmisión la congénita, y en bancos de sangre para el control de la transmisión transfusional.

Distribución

Según la OMS la enfermedad afecta a 21 países de América con más de 100 millones de personas en riesgo de la infección y unos 6 millones con la infección, con 30.000 nuevos casos anuales por todas las formas de transmisión, causando 12.000 muertes anuales.
En el Paraguay, la enfermedad se distribuye en todo el territorio con diferentes niveles de endemicidad, en los últimos 5 años en promedio se detectan 2000 casos por año, con
una prevalencia aproximada de 1,75 % en bancos de sangre, de 5% en embarazadas, y se estima que unos 400 niños nacen al año con la infección.

Descripción clínica y diagnóstico de laboratorio

Es una afección parasitaria que presenta tres etapas: aguda, crónica asintomática o indeterminada y crónica sintomática. La etapa aguda generalmente es asintomática o con síntomas y signos transitorios. Este período se extiende por 2 a 4 meses y se evidencia una alta parasitemia. Los pacientes sintomáticos presentan fiebre de más de 2 semanas de duración, signos clínicos de puerta de entrada (complejo oftalmoganglionar, Chagoma de inoculación), edema, adenopatías satélites, hepatomegalia y esplenomegalia, anemia, anorexia, irritabilidad o somnolencia, convulsiones, diarrea, coriza, edema (frecuentes en lactantes y menores de 4 años). La miocarditis y la meningoencefalitis son expresiones clínicas graves de la fase aguda. Luego pasa a la etapa crónica asintomática o indeterminada donde la única evidencia es la serología reactiva con escasa parasitemia. En la etapa crónica, al cabo de 15 a 20 años de evolución aproximadamente, el 30% de los infectados presentarán una lesión orgánica irreversible con lesión del miocardio, dilatación cardiaca, arritmias y anormalidades graves de la conducción, afectando también al tracto gastrointestinal, con mega esófago y megacolon.
El diagnóstico de laboratorio en la etapa aguda se confirma al demostrar la presencia del parásito o la detección del material genético en sangre. Se recomienda realizar pruebas parasitológicas directas (microhematocrito y observación directa), PCR y un eventual seguimiento serológico posterior (infección aguda por transmisión congénita, a partir de los 8 meses de vida; y en otras vías de transmisión la búsqueda de seroconversión). En la etapa crónica, los métodos serológicos detectan anticuerpos anti T. cruzi tipo IgG que comienzan a manifestarse luego de los 30 días de ocurrida la infección, alcanzando su nivel máximo al tercer mes y permaneciendo de por vida si el paciente no es tratado. Entre ellas se cuenta con el ELISA (enzimainmunoanálisis), la ICT (inmunocromatografía) o el CMIA (inmunoensayo quimioluminiscente de micropartículas) como únicas pruebas aisladas.
Pero se sugiere utilizar el “estándar diagnóstico” que consiste en la combinación de dos pruebas serológicas positivas (ELISA, HAI hemoaglutinación indirecta, o IFI inmunofluorescencia indirecta), y la eventual aplicación de una tercera, si los resultados de aquellas son discordantes, para lograr un diagnóstico definitivo. Ver Capítulo 5 “Vigilancia de laboratorio”, toma y envío de muestras.

Agente

Protozoo flagelado Trypanosoma cruzi. Actualmente se diferencian seis linajes de T. cruzi que se asocian con características biológicas y patológicas particulares de los parásitos.

Reservorio

Además del hombre se han descrito más de 150 especies de animales domésticos y salvajes (perros, gatos, cabras, cerdos, ratas y ratones, quirópteros, carnívoros y primates). En el ciclo doméstico los perros y gatos tienen especial importancia por su alta y prolongada parasitemia, que los convierte en fuente de parásitos. Las aves no son reservorios, pero favorecen el crecimiento de la población de vectores, por ser fuentes de alimentación.

Transmisión

Es una enfermedad que presenta diferentes vías de transmisión.
Vectorial: los insectos hematófagos se parasitan al alimentarse de una persona o animal infectado. Una vez infectado el insecto, expulsa los parásitos en las heces, que ingresan a la sangre del individuo por la mucosa o escoriaciones provocadas al momento de rascar la zona de la picadura. Los vectores más importantes son el Triatoma infestans en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Perú; en nuestro país se le conoce con el nombre de vinchuca o chicha guazú. Además, se conoce el Rhodnius prolixus en Colombia, Venezuela y Centroamérica, el T. dimidiata en Ecuador y América Central; y el Rhodnius pallescens en Panamá.
Transplacentaria: se presenta cuando el parásito atraviesa la placenta infectando al feto en formación o lo infecta por contaminación durante el parto.
Transfusional: corresponde a la transmisión a través de la sangre o sus derivados de una persona infectada.
Alimentaria u oral: se presenta cuando deyecciones del vector infectado contaminan alimentos. Esta forma de transmisión ha producido brotes importantes desde el año 2005 en otros países de la región.
Otras: accidentes de laboratorio, trasplante de órganos.

Periodo de incubación y transmisibilidad

El período de incubación es entre 5 y 14 días después de la picadura del insecto vector; en los casos producidos por transfusión de sangre, de 30 a 40 días.
Los casos humanos transmiten el parásito durante la fase aguda y durante toda la vida en las fases asintomáticas y sintomáticas. Los vectores se vuelven infectivos después de aproximadamente 10 a 30 días de haber ingerido los parásitos desde el reservorio, y la infección permanece en el intestino del triatomino durante toda la vida (aproximadamente dos años).

Susceptibilidad e inmunidad

Los individuos de cualquier edad son susceptibles, pero en los más jóvenes la enfermedad suele ser más grave. Las personas con inmunosupresión, están en peligro de presentar infecciones y complicaciones graves.

Modalidad de vigilancia

Modalidad de vigilancia Agudo Agudo Congénito
Tipo de vigilancia Universal Universal y estudios especiales en embarazadas y bancos de sangre. niversal. Todo recién nacido de madre positiva debe
ser notificado.
Estrategia de
vigilancia
(ver códigos
CIE-10 para este
evento en el
listado de ENO
cap. 2 de este
manual)
(1) Clínica para
sospecha, (2)
laboratorio para
confirmación, (3)
factores de riesgo:
vigilancia entomológica, testeo
en embarazadas y
testeos en bancos
de sangre.
1) Clínica ante lesión orgánica irreversible;
(2) laboratorio para confirmación, (3) Factores de riesgo: testeo
en embarazadas y en bancos de sangre, población de riesgo
1) Clínica: infección sintomática
en el RN, (2) laboratorio: debe darse
seguimiento a todo
RN de madre positiva, (3) factores
de riesgo: debe
estudiarse a toda
embarazada
Modo,
periodicidad e
instrumentos de
notificación (Ver
capítulo N°5:
Instrumentos de
notificación
Individual y dentro
de las 24 horas de
confirmación, en
ficha especial.
Ante la sospecha
de un brote de Chagas alimentario se
notifica en forma
inmediata.
Individual y dentro
de las 24 horas de
confirmado en ficha
específica.
Prevalencia en bancos
de sangre y embarazadas: N.º muestras
positivas y total de
muestras procesadas,
mensual en planilla
especial de laboratorio.
Individual y dentro
de las 24 horas
de nacido al niño
nacido de madre
positiva, y al momento de contar
con el resultado
del diagnóstico, en
ficha específica.
Prevalencia en niños
menores de 5 años:
N.º muestras positivas
y total de muestras
procesadas, cada vez
que se haga el estudio
en planilla especial.
Modo,
periodicidad e
instrumentos de
notificación (Ver
capítulo N°5:
Instrumentos de
notificación
Ante un caso confirmado el profesional de salud notifica al responsable de la vigilancia epidemiológica del servicio de salud EESS, éste a la UER correspondiente, y ésta a la VENOCD/DGVS, la que comunica al PNVEV y al SENEPA.

Definiciones de caso

Caso Sospechoso
Etapa aguda: toda persona con fiebre prolongada (> 7 días) y que presente al menos uno
de los siguientes síntomas: cardiopatía aguda, hepatomegalia, esplenomegalia, signo de
Romaña Mazza, Chagoma de inoculación, manifestaciones digestivas (diarreas, vómitos
y epigastralgia intensa); o que presente algunos de los siguientes factores de riesgo: haya
estado en área de riesgo de transmisión vectorial en los últimos 6 meses, haya sido transfundido o trasplantado, haya ingerido alimentos sospechosos de contaminación por T.
cruzi, que sea un recién nacido de madre infectada.
Etapa crónica: toda persona asintomática o con sintomatología cardíaca o alteración electrocardiográfica o radiológica (cardiomegalia), megacolon, megaesófago y que presente
al menos uno de los siguientes factores de riesgo: resida o haya residido en zonas endémicas de Chagas en forma habitual o esporádica, hijo de madre positiva, haya recibido
transfusión de sangre o trasplante de órgano.
Chagas congénito: todo recién nacido hijo de madre infectada con T. cruzi.
Caso confirmado: todo caso sospechoso con dos resultados de pruebas serológicas de
diferente principio (ELISA, IFI, HAI o ICT prueba rápida), ambos positivos en Chagas crónico. O presencia demostrada del Tripanosoma cruzi o detección del ADN del parásito por
PCR en Chagas agudos. Observación: en todo caso con resultado discordante o dudoso se
debe realizar una tercera prueba, preferentemente de antígenos diana y principio diferente.
En el curso de un brote por alimento, se puede confirmar también por nexo epidemiológico, si se ha expuesto a la misma fuente de contaminación de un caso confirmado por
laboratorio.

Procedimientos de investigación

Identificación de casos adicionales
Búsqueda activa comunitaria: estudiar a través de serología a los familiares y convivientes del caso. Examinar a la madre y a todos los hermanos de un caso de Chagas congénito.
Ante la sospecha de Chagas alimentario, examinar a todos los que consumieron el alimento probablemente implicado.
Vigilancia intensificada: sólo intensificar en caso de brotes alimentarios para agudizar lasospecha.
Descripción de los casos según tiempo, lugar y persona: realizar un mapeo según residencia. Construir la línea de tiempo de cada caso que inicia tratamiento, destacando fecha de captación, confirmación de laboratorio, inicio de tratamiento, resolución de la enfermedad o abandono de tratamiento. Analizar los casos acumulados según edad, sexo y tipo de transmisión. Para brote alimentario, realizar además la curva epidémica destacando el momento de la exposición, la moda o período de incubación medio.
Identificación de contactos y expuestos al mismo riesgo: realizar el listado de contactos y expuestos durante la búsqueda comunitaria. Ante sospecha de Chagas alimentario examinar a todos los que consumieron el alimento probablemente implicado y dar seguimiento
clínico, parasitológico y serológico.
Identificación de la fuente y factores de exposición: se debe realizar la identificación de la fuente según la vía de transmisión sospechada. Realizar serología de la madre del caso, indagar sobre transfusiones o trasplantes de órganos, o investigación entomológica. Ante sospecha de brote alimentario, realizar un estudio analítico para identificar el alimento
además de la búsqueda del parásito en los alimentos sospechosos.

Medidas de prevención individuales y comunitarias

• Educación a la población sobre el modo de transmisión y los métodos de prevención.
• Minimizar las zonas corporales expuestas y protegerse con repelente.
• Control químico de las casas infestadas y sus alrededores con insecticidas.
• Mejoramiento de las viviendas eliminando los sitios donde pueden esconderse los insectos y refugiarse animales que sirven de reservorios.
• Evitar la permanencia de animales domésticos o de corral dentro de la vivienda.
• Utilización de mosquiteros en casas infestadas.
• Utilización de mallas metálicas en puertas y ventanas.
• Extremar las prácticas higiénicas en la preparación, el transporte, el almacenamiento y el consumo de los alimentos.
• Cribado de la sangre donada, prueba de cribado en órganos, tejidos o células donadas y en los receptores de éstos.
• Control serológico de las mujeres embarazadas.
• Cribado de los recién nacidos y otros niños de las madres infectadas, para diagnosticar y tratar tempranamente

Control del paciente

Tratamiento específico: las drogas actualmente disponibles son el benznidazol y el nifurtimox. Ambos son eficaces casi al 100% para curar la enfermedad si se administran en la etapa aguda de la infección. Su eficacia disminuye a medida que transcurre más tiempo desde el inicio de la infección. Está indicado también en caso de reactivación, en infección congénita y a inicios de la fase crónica. El tratamiento también se ofrece a adultos crónicos asintomáticos, pero los beneficios para prevenir o retrasar el avance deben sopesarse contra la duración prolongada del tratamiento y las posibles reacciones adversas. Están contraindicados durante el embarazo, en insuficiencia renal o hepática.
El nifurtimox también está contraindicado ante trastornos neurológicos o psiquiátricos.
Además, puede ser necesario administrar un tratamiento específico para las manifestaciones cardiacas o digestivas.
En Paraguay se utilizan ambos medicamentos según disponibilidad siendo el tratamiento de 60 días y se debe administrar bajo supervisión directa (TDO), monitorizar sus efectos secundarios y su acción parasiticida (parasitemia).
Dosis NIFURTIMOX:
– Niños < 1 año: 10-15 mg/kg/día, distribuidos en 2 a 3 tomas diarias, durante 60 días;
– Niños > 1 año de hasta 40 kg: 10 mg/kg/día distribuidos en 2 a 3 tomas diarias,durante 60 días;
– Adultos y niños de más de 40 kg: 8-10 mg/kg/día, distribuidos en 3 tomas diarias, durante 60 días. Dosis máxima diaria 600 mg.
Dosis BENZNIDAZOL:
– Niños < 1 año: 10 mg/Kg/día en dos a tres dosis diarias por 60 días
– Niños > 1 año y < 40 Kg: 7,5 mg/kg/día en dos a tres dosis diarias por 60 días
– Adultos y niños > 40 Kg: 5 mg/kg/día durante 60 días (cálculo de dosis total) distribuidos en dos tomas diarias, teniendo en cuenta que la dosis máxima diaria es de 300 mg según normativa nacional. Así en pacientes con peso superior a 80 Kg tendrán que prolongar el tratamiento hasta completar la dosis total calculada.
Aislamiento: no está indicado.

Control de contactos o expuestos al mismo riesgo

Profilaxis: no está indicado.
Cuarentena: no está indicado.

Control del ambiente

Control del ambiente inmediato: cumplir con las normas de bioseguridad en la atención hospitalaria.
Control de vectores: ante un caso confirmado de Chagas agudo vectorial o ante la comprobación de la existencia del vector en la vivienda se realiza control químico de la zona, rociando las casas de 400 m a la redonda del caso, con insecticidas de acción residual, dos ciclos al año, por dos años, pudiendo ampliar la cobertura de rociado de acuerdo a criterios de riesgo que presenten las estructuras de las viviendas en la localidad abordada.
Control de reservorios y fuentes de contaminación: evitar la permanencia de animales domésticos o de corral dentro de la vivienda. Los alimentos contaminados con heces del vector deben ser eliminados.

Medidas de control en caso de brote/epidemia

Ante un brote alimentario, debe decomisarse en forma inmediata el alimento implicado,educar a los productores y manipuladores de alimentos sobre las medidas preventivas, identificar todas las personas que consumieron el alimento y examinarlas por laboratorio y clínicamente para iniciar el tratamiento en forma oportuna según pautas.

Medidas de vigilancia y control en caso de desastres

Ante incendios forestales de zonas donde viven especies silvestres de triatominos, los mismos pueden acercarse a áreas periurbanas pudiendo contaminar con sus deyecciones alimentos que quedan en la intemperie nocturna, por lo que se deben extremar las medidas de prevención para evitar este tipo de brotes.

Recomendaciones para viajeros a áreas con transmisión o viajeros que regresan de dichas áreas

ara los viajeros que visitan áreas de transmisión en el país u otros países, las recomendaciones son las mismas que las medidas preventivas individuales y estar atentos a las manifestaciones típicas de la fase aguda en caso de presentarse. Controlar toda la carga a trasladar para que no se produzca el transporte pasivo del vector a otras zonas. De producirse el transporte, capturar vivo el ejemplar con ayuda de una bolsa plástica utilizada como guante y notificar al SENEPA.

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