- Se pide moderar el consumo de alimentos tradicionales y chocolates.
- Los excesos alimentarios pueden dar lugar a problemas estomacales: vómitos, fiebre, diarrea. Ante estos síntomas consultar
¡Comer sano en Semana Santa es posible! Desde la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles, dependiente de la Dirección de Vigilancia de la Salud se recomienda a la población moderar la ingesta de alimentos para evitar intoxicaciones alimentarias o molestias digestivas.
“La consigna no es privarse, sino saber elegir y evitar los excesos alimentarios”, resalta la Lic. Claralina Mendoza, encargada de la Iniciativa “Comunidad Promotora de Calidad de Vida y Salud.
La nutricionista pide no excederse en estas fechas el consumo de alimentos con alto tenor carbohidratos, proteínas, lípidos, como el caso de chipa almidón, sopa paraguaya, chipa guazú, chocolates, huevos de pascua, roscas de pascua, cerdo, pollo, entre otros alimentos de gran aporte calórico.
Los excesos alimentarios pueden generar problemas estomacales, vómitos, fiebre y diarrea. Si presenta cualquiera de estos síntomas, recurra al servicio de salud más cercano y evite automedicarse.
Mendoza aconseja preparar recetas caseras con ingredientes saludables, consumir los alimentos en porciones moderadas y acompañar esto con una buena hidratación, de preferencia beber agua, al menos 2 litros diarios y realizar actividad física diaria.
Recomendaciones para una Semana Santa saludable:
- Distribuya su alimentación en 5 comidas diarias, con una ingesta cada 3 horas. Debe incluir: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena; esto ayudará a controlar las porciones y evitar los excesos.
- Incorpore en el plan alimentario la ingesta diaria de 3 frutas y 2 hortalizas crudas de colores diferentes.
- Aprovechar las frutas de estación de colores diferentes y recuerde que las frutas y verduras sin una higiene adecuada son una potencial vía de contagio de virus, bacterias o parásitos que producen la gastroenteritis, siendo la población infantil la más afectada por esta enfermedad.
- Planifique su menú considerando la capacidad de su heladera para refrigerar o congelar.
- Evite la contaminación cruzada separando los alimentos crudos de los cocinados.
- No deje los alimentos a temperatura ambiente.
- Realice la lectura del etiquetado de los alimentos envasados y verifique su vencimiento antes de adquirirlos. Evite comprar aquellos alimentos que vengan en latas hinchadas, abolladas u oxidadas.
- Realice el lavado correcto de manos antes de manipular los alimentos y antes de comer.
- Ingiera 2 litros de agua por día, equivalente a 8 vasos, además de jugos o batidos con frutas de estación, evitando el consumo de bebidas carbonatadas (gaseosas) y bebidas alcohólicas.
- Disminuya el consumo de sal.
- Practique una correcta masticación.
- Se recomienda no comer “de más”. Cuando hay una gran variedad de alimentos es muy importante cuidar el tamaño de las porciones.
- Evite o limite la ingesta de comidas rápidas, procesadas y ultraprocesadas como snacks, papas fritas, galletitas, dulces, helados, gaseosas y jugos azucarados. Al igual que los embutidos (fiambres, chorizos, mortadela, u otros), porque aportan muchas calorías, sal, colesterol y grasas saturadas.
- Rescatar la costumbre de cocinar en casa porque comer fuera de casa implica no tener control de las preparaciones y los ingredientes.
- Si en estos días va a adquirir comidas cocidas: verifica que provengan de un lugar limpio, que sean de reciente preparación y hayan estado refrigeradas o mantenidas calientes por encima de 70º C, según el tipo de alimento de que se trate.
- Prefiera los postres saludables como las ensaladas de frutas sin azúcar agregada, brochetas de frutas, manzana asada y compotas de frutas con poca azúcar o edulcorante, tartas de frutas, flan con leche descremada, crema chantilly dietética (queso untable descremado, edulcorante).
- Evite el uso excesivo de aderezos con huevos, como la mayonesa y, en su reemplazo, utilice aceites crudos, vinagre y/o limón.
- No olvide incluir alguna actividad física como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar, subir escaleras o lo que más se adapte a tus posibilidades, por lo menos 30 minutos al día.