La clasificación de gravedad del dengue se basa en la severidad de los síntomas y las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Se suele dividir en tres categorías: dengue sin signos de alarma, dengue con signos de alarma y dengue grave.

1. Dengue sin signos de alarma: En esta categoría, los pacientes presentan síntomas típicos del dengue como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, erupción cutánea, entre otros. Sin embargo, no muestran signos que indiquen un mayor riesgo de complicaciones.
2. Dengue con signos de alarma: Los pacientes con dengue en esta categoría muestran síntomas que sugieren un mayor riesgo de complicaciones. Estos signos de alarma pueden incluir dolor abdominal intenso persistente, vómitos persistentes, sangrado de mucosas, dificultad para respirar, letargo, entre otros.
3. Dengue grave: Esta categoría implica la presencia de complicaciones graves que ponen en peligro la vida del paciente. Esto puede incluir el síndrome de choque por dengue, hemorragia grave, disfunción orgánica grave, entre otras complicaciones potencialmente mortales.

La clasificación de gravedad del dengue es importante para guiar el manejo clínico de los pacientes y garantizar una intervención oportuna para prevenir complicaciones graves y reducir la mortalidad asociada con la enfermedad.

Los grupos de intervención para el manejo clínico de los casos de dengue se centran en proporcionar un enfoque integral para el tratamiento de los pacientes afectados por esta enfermedad. Estos grupos de intervención pueden incluir:

1. Manejo de líquidos: Se enfoca en mantener la hidratación adecuada del paciente, especialmente en casos de dengue grave donde hay un riesgo de deshidratación debido al aumento de la permeabilidad vascular y la pérdida de líquidos.

2. Control de la fiebre y el dolor: Se utilizan medicamentos antipiréticos y analgésicos para controlar la fiebre y reducir el malestar asociado con el dengue, como el dolor de cabeza y los dolores musculares y articulares.

3. Monitoreo de signos vitales: Se realiza un monitoreo regular de los signos vitales del paciente, como la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la saturación de oxígeno, para detectar cualquier signo de deterioro clínico que pueda requerir intervención médica.

4. Transfusión de plaquetas: En casos de dengue grave con trombocitopenia severa y sangrado significativo, puede ser necesario realizar transfusiones de plaquetas para evitar complicaciones hemorrágicas.

5. Manejo de complicaciones: Se brinda atención médica especializada para el manejo de complicaciones graves asociadas con el dengue, como el síndrome de choque por dengue, la hemorragia grave, la insuficiencia orgánica, entre otras.

6. Apoyo psicológico: Se proporciona apoyo psicológico y emocional a los pacientes y sus familias, ya que el dengue puede causar ansiedad y estrés debido a la gravedad de la enfermedad y la incertidumbre sobre su evolución clínica.

En resumen, los grupos de intervención para el manejo clínico del dengue se enfocan en proporcionar cuidados integrales que aborden los aspectos médicos, psicológicos y emocionales de la enfermedad, con el objetivo de garantizar el mejor resultado posible para el paciente.