- Es el tema elegido este año con el cual se insta a acudir a la consulta a tiempo para acceder a un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.
- La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es prevenible y tratable.
- El mayor porcentaje de los casos registrados está vinculado al tabaquismo.
- Falta de aliento, dificultad para respirar y para caminar son algunas manifestaciones de la EPOC.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la tercera causa principal de muerte en todo el mundo, y que a menudo no se diagnostica correctamente. Se caracteriza por síntomas persistentes y limitación crónica al flujo aéreo, siendo el tabaco el factor principal del desarrollo de esta enfermedad. El 70% de los casos registrados está vinculado al tabaquismo.
La EPOC afecta considerablemente la calidad de vida, ya que genera una serie de complicaciones que dejan incapacitante a la persona afectada por la enfermedad.
Esta afección pulmonar se manifiesta por lo general a partir de los 40 años, donde se evidencian las primeras complicaciones: falta de aliento, dificultad para respirar y para caminar. Produce, asimismo, falta de aire progresiva que dificulta la marcha, llevando en ocasiones a la persona a requerir de un balón de oxígeno y/o de silla de ruedas para desplazarse. Puede incluso encamar al paciente.
La exposición al humo de leña o carbón es otro factor preponderante de esta afección. La exposición diaria por más de diez horas al humo de carbón o a la leña, puede dar lugar a esta patología. La quema de basuras y pastizales también es perjudicial.
Aunque se trata de una enfermedad incurable, se puede tratar y prevenir. Un diagnóstico precoz y adecuado de la EPOC puede tener un impacto significativo en la salud pública. El diagnóstico y tratamiento tempranos dan como consecuencia, mejores resultados clínicos, incluidas mejoras en los síntomas, la función pulmonar y la calidad de vida.
A tener en cuenta:
Se debe considerar un diagnóstico de EPOC en cualquier paciente que tenga dificultad para respirar, tos crónica o producción de esputo antecedentes de infecciones recurrentes de las vías respiratorias inferiores y/o antecedentes de exposición a factores de riesgo como tabaco, combustibles para cocinar o riesgos laborales.
Para prevenir el desarrollo de la EPOC se insta a no fumar, y a los fumadores abandonar el hábito tabáquico.
Inhalar el humo de tabaco ajeno causa el mismo daño que en el fumador, de ahí la importancia de fomentar ambientes libres de humo de tabaco.
El Ministerio de Salud Pública dispone de consultorios especializados de enfermedades respiratorias crónicas y cesación tabáquica a lo largo del país, desde donde se brinda diagnóstico y tratamiento oportuno y adecuado para estas afecciones.
Actividades para pacientes y población general
- Fomentar la actividad física. Se anima a las personas con EPOC a mantenerse activas mediante ejercicios como caminar, nadar, usar una bicicleta estática o participar en programas de rehabilitación pulmonar.
- Seguir un plan de tratamiento. Es fundamental seguir el tratamiento médico prescrito, asistir a las revisiones periódicas y tener un plan escrito para manejar la enfermedad.
- Adoptar hábitos saludables. Dejar de fumar y evitar la exposición al humo, incluyendo el de leña o cigarrillos electrónicos.
- Limitar el consumo de cafeína.
- Evitar la exposición a la contaminación ambiental y al humo en casa.
- Practicar técnicas de respiración, como la respiración con los labios fruncidos, para conservar la energía.
- Vacunación. Acceder a la vacunación contra enfermedades respiratorias como la influenza y el neumococo es crucial para proteger a los pacientes.
- Diagnóstico temprano. Se realizan espirometrías para detectar la enfermedad en sus etapas iniciales.
- Campañas de concienciación. Se lanzan campañas para educar sobre los factores de riesgo, como el tabaquismo, y la importancia del diagnóstico y tratamiento tempranos.
- Apoyo a la cesación tabáquica: Se promueven iniciativas para ayudar a las personas a dejar de fumar, una de las principales causas de la EPOC.

