- Enfermedad crónica que afecta mayormente a mujeres.
- Realizar caminata, trote o natación, dos a tres veces por semana, ayuda a reducir de manera importante el dolor, mejorando la calidad de vida de la persona.
Hoy, como cada 12 de mayo se recuerda el Día Mundial de la Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, con el objetivo de informar y concienciar a la población sobre estos síndromes de sensibilidad central, sobre la realidad y necesidades de los afectados y sus familiares, y promover la investigación.
La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por dolor generalizado y numerosos puntos dolorosos a la palpación en diferentes partes del cuerpo. Se acompaña además de sueño no reparador, intestino irritable, cefalea crónica, trastorno del humor (ansiedad y depresión), cansancio y brotes inducidos por el ejercicio, que impactan en forma grave sobre la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.
Este síndrome clínico de origen desconocido es más frecuente en mujeres que en varones, en una proporción aproximada de 7 o 9 a uno, existe en casi todos los países, en la mayor de los grupos étnicos y en cualquier tipo de clima, aumentando con la edad a más del 100% en mujeres de 70 a 79 años, inclusive presentándose en algunos casos en niños.
Tratamiento
La Dra. Mirta Ortiz, profesional técnica en promoción de la Actividad Física de la Dirección de Enfermedades No Transmisibles, señala que, entre las intervenciones no farmacológicas empleadas en su tratamiento se destaca la práctica de ejercicio físico, basada en evidencias bibliográficas sólidas desde 1999, que sostienen que la actividad física era más eficaz que los fármacos en el tratamiento de los síntomas de la fibromialgia, mejorando la calidad de vida y la condición física de los pacientes.
Expone que esta actividad física ha demostrado ser eficaz tanto cuando se imparte con asesoramiento de equipos multidisciplinarios hospitalarios, como cuando se imparte en la comunidad con supervisión de entrenadores físicos que imparten clases de ejercicios físicos a la población en general.
Dado que el dolor generalizado continuo, sin una lesión orgánica que se pueda evidenciar, sumado a la fatiga que no se relaciona con la actividad realizada y la depresión están presentes en las personas con fibromialgia volviéndolas sedentarias y con niveles de capacidad cardiorrespiratoria inferiores a la media, se vuelve imperativa la recomendación de realizar actividad física dosificada en función a la condición física de cada paciente respetando la duración, intensidad y modalidad recomendada por su médico tratante.
Ejercicios recomendados
Entre los tipos de ejercicios recomendados, puntualiza Ortiz, se encuentran los ejercicios aeróbicos, como la caminata, trote y la natación, dos a tres veces a la semana y durante doce semanas (tres meses) puede ayudar a reducir de manera importante el dolor, los puntos mas sensibles e incluso la depresión, traduciéndose en una mejora visible del bienestar general.
Otras modalidades beneficiosas son el chikung, taichi, yoga, y la marcha nórdica (deporte de resistencia, realizado al aire libre y que consiste en caminar con la ayuda e impulso de bastones similares a los utilizados en el esquí) dos veces a la semana, así como realizar Pilates, tres veces a la semana disminuye de forma considerable el dolor y el impacto funcional.
El gran problema es el mantenimiento de esta mejoría de los síntomas principales, ya que la adherencia al ejercicio en los pacientes con fibromialgia es relativamente baja por creer que después del ejercicio se encuentran más doloridos cansados.