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Hallazgo de un mono muerto y otro enfermo cursa investigación de posible caso de fiebre amarilla

04/03/2020

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  • Los primates no humanos fueron encontrados en el Refugio Tatí Yupi, reserva biológica ubicada en la Ecorregión del Alto Paraná.
  • Se efectuaron pruebas de laboratorio en los animales para el diagnóstico de fiebre amarilla y estudio biomolecular en vectores de la zona para la detección de mosquitos infectados con el virus.

 

El hallazgo de un mono muerto en estado de descomposición y de otro enfermo, activó recientemente el protocolo de Vigilancia de Epizootia. Los primates no humanos encontrados vivían en completa libertad en el Refugio Biológico Tatí Yupi, reserva biológica protegida de Itaipú situada en la ciudad de Hernandarias, departamento de Alto Paraná.

De acuerdo al reporte, el mono enfermo se acercó hasta la casa de los guardiaparques, quienes lo atraparon para ser inspeccionado por la veterinaria del refugio. Se constató que el primate no humano presentaba síntomas vinculados a fiebre amarilla, por lo que se procedió a practicar inmediatamente una eutanasia.

“Cuando se registra Epizootia (enfermedad o mortandad en animales) se lleva a cabo la vigilancia de una posible introducción de fiebre amarilla; es el criterio que se adopta debido a que desde el 2008, Paraguay no reporta casos de la enfermedad”, señaló la Lic. Martha Torales, responsable del Programa Nacional de Enfermedades Vectoriales de la Dirección General de Vigilancia de la Salud (DGVS).

Torales mencionó que el Protocolo de Vigilancia de Epizootias para Fiebre Amarilla establece que en caso de registrar monos muertos o que presenten un estado de agonía debe aplicarse una serie de acciones, una de ellas es realizar el estudio de laboratorio en el animal afectado para diagnosticar si se trata o no de un caso de fiebre amarilla. El estudio fue efectuado por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA) que cuenta con un laboratorio de Bioseguridad. La prueba laboratorial arrojó resultado negativo para fiebre amarilla.

Siguiendo con el Protocolo, personal de epidemióloga y del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) de la X Región Sanitaria – Alto Paraná realizó la búsqueda de posibles casos febriles en la zona, puntualmente entre los guardiaparques del refugio y entre todos aquellos que visitaron la reserva biológica días antes. Paralelamente, un equipo del Senepa se encargó de la colecta de mosquitos para la identificación de especies portadores de fiebre amarilla.

Los vectores fueron procesados por biología molecular para detectar la existencia de mosquitos infectados con el virus de la fiebre amarilla. El resultado de esta prueba dio negativo, descartando de esta manera la sospecha de fiebre amarilla. Este informe fue dado a conocer en la fecha.

No obstante, la Vigilancia de Epizootia y Fiebre Amarilla sigue activa en el país.

Para la concreción de esta investigación se destaca la colaboración del equipo humano del Refugio Tatí Yupi, que además del control del animal, la colecta de muestras y el procedimiento de eutanasia, prosiguen con la búsqueda de otros posibles hallazgos de monos muertos o enfermos.

Vigilancia de epizootias
El Ministerio de Salud Pública, a través de la Dirección de Vigilancia de la Salud lleva adelante esta vigilancia en trabajo articulado con el Laboratorio Central de Salud Pública, Senepa, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otras instituciones como, SENACSA, responsable de los diagnósticos y la detección de virus en primates no humanos; el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), que además de la vigilancia, colabora con información clave respecto a los monos, las eco regiones del país y la situación de vacunación de todos los guardiaparques.

La vigilancia de epizootias, forma parte de los componentes de la vigilancia epidemiológica para la Fiebre Amarilla, conjuntamente con la vigilancia de casos humanos, la inmunización a población de riesgo, la vigilancia entomológica, laboratorio, así como promoción y comunicación.

Se focaliza principalmente en áreas rurales, selváticas y zonas fronterizas colindantes con países que tienen confirmado la circulación del virus.

La vigilancia de las epizootias en primates no humanos consiste esencialmente en capturar la información en el momento oportuno y realizar una buena investigación para la implementación de medidas de prevención y control con el fin de reducir la morbilidad y la mortalidad de la enfermedad en la población humana.

Para ello, se dispone de un equipo de respuesta rápida que actúa ante el hallazgo de monos muertos o enfermos, así también de una Guía de Vigilancia de Epizootias en primates no humanos, con sospecha de fiebre amarilla.

Recomendaciones

Es indispensable que toda persona que visite una reserva natural o un área silvestre que incluya la presencia de monos esté vacunada contra la fiebre amarilla como medida de protección.

Es importante aclarar que la fiebre amarilla no se transmite a través de los monos, pero si pueden ser portadores de la enfermedad. La fiebre amarilla se transmite al ser humano a través de la picadura de mosquitos infectados con el virus, mismo vector que transmite el dengue, zika y chikungunya, además de otros mosquitos silvestres.

En caso de detectar o sospechar sobre la presencia de mono enfermo o muerto, NO LO TOQUE, más bien informe del hallazgo al servicio de salud más cercano.

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