- El Alzheimer es el tipo de demencia más común que afecta la memoria. La práctica de ejercicios físicos mejora la función cerebral, disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y retrasa el inicio de la demencia. Tiene un rol neuro protector y proporciona una mayor supervivencia neuronal.
- Aunque esta enfermedad no tiene cura, con un diagnóstico temprano y un adecuado tratamiento posibilita mejorar la calidad de vida e independencia de la persona.
La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común, representando el 75% de los casos y se caracteriza como una enfermedad neurodegenerativa crónica e irreversible, en la cual uno de sus principales síntomas son problemas de memoria.
Actualmente a nivel mundial existen unos 50 millones de personas que padecen demencia, con el incremento de 10 millones de casos nuevos cada año. De esta cantidad entre el 60 y 70% de estos casos lo constituyen pacientes con enfermedad de Alzheimer.
Debido al envejecimiento de la población, la prevalencia de esta enfermedad se enfrenta a un crecimiento exponencial y se prevé que el número total de personas con demencia aumentara a 82 millones para el 2030 y prácticamente al doble, a 152 millones en el 2050.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres se ven más afectadas, con 66% de muertes por Alzheimer y otras formas de demencias en la Región de las Américas.
Aunque la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, un diagnóstico temprano y un adecuado tratamiento médico y no farmacológico permitirá llevar una mejor calidad de vida e independencia.
Como es de curso crónico, irreversible, es considerado un problema social y de gran impacto en los servicios sanitarios de todo el mundo.
Al no existir un tratamiento curativo, numerosas evidencias han considerado el ejercicio físico como una herramienta alternativa, beneficiosa en la evolución y prevención de la enfermedad de Alzheimer.
Beneficios de la actividad física regular:
-Mejora la función cerebral al disminuir el riesgo de deterioro cognitivo y retrasar el inicio de la demencia
-Tiene un rol neuro protector y proporciona una mayor supervivencia neuronal, promoviendo una mayor angiogénesis y neurogénesis, disminuye la inflamación y de forma muy importante reduce los factores de riesgo cerebrovasculares.
-Mayor volumen del área hipocampal, proporcionado una mayor reserva cerebral capaz de aminorar el deterioro cognitivo.
-Disminuye la formación de dos proteínas nocivas: Tau y la beta-amiloide, que aparece depositada en mayor cantidad en la corteza cerebral de los pacientes con EA respecto a la población general.
-Es de fácil acceso, bajo costo y pocos efectos secundarios
-No es necesario realizar un ejercicio físico excesivo para obtener beneficios e iniciarla desde tempranas edades con más énfasis en las personas con mayor riesgo de padecerla (antecedentes familiares y ser mujer)
Tipos de ejercicios físicos recomendados
La evidencia referencia que el ejercicio aeróbico se asoció con la preservación del hipocampo (área cerebral de la memoria reciente) en etapas tempranas
Lo más adecuado es: realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico, de flexibilidad y de resistencia, tres veces a la semana, permiten un mejor crecimiento neural y que las mismas tengas más conexión.
Actividades Aeróbicas:
- Caminar a paso ligero, limpiar o hacer jardinería liviana, realizar tareas físicas cotidianas, como cocinar y lavar los platos.
- Bailar con coreografías sencillas, y luego variarlas y complejizarlas según mejoría de la memoria.
- Practicar deportes ya conocidos y también aprender nuevos como bochas, golf, ping pong, natación suave, andar en bicicleta suavemente o en terreno llano, pintura y decoración, senderismo, empujar una cortadora de césped y si tiene más condición física pueden trotar o correr rápido, andar en bicicleta rápido o cuesta arriba, nadar rápido, sesiones de aerobics o spinning.
Actividades de fortalecimiento (fuerza):
- Trabajo pesado de jardinería (cavar y palear)
- Levantar pesas u objetos similares en el hogar, como latas o libros pesados.
- Trabajar con bandas de resistencia
- Ejercicios que utilizan el peso corporal, como flexiones, sentadillas y abdominales
- Baile con ritmo más enérgico
- Yoga, tai chi o pilates
- Empujar una silla de ruedas
Actividades aeróbicas y de fortalecimiento:
- entrenamiento en circuito, correr, basquetbol, artes marciales, subir escaleras o una colina, jardinería pesada.
Otras recomendaciones
Como complemento al ejercicio físico es importante adicionar otras actividades y hábitos más saludables para frenar el desarrollo de la enfermedad y promover mayor reserva cognitiva porque constituyen factores de protección. Por ej.
–Dormir: para un adecuado funcionamiento cerebral (mejora de la concentración, consolidación de la memoria reciente y la estabilidad emocional) se recomienda dormir de siete a nueve horas por día. Evitar el contacto con pantallas y restringir la cafeína y otros estimulantes antes de dormir.
–Socialización: puede retrasar la aparición de problemas cognitivos al permitir poner en la practica habilidades como el lenguaje, la memoria, la concentración y la modulación emocional para controlar mejor el estrés y prevenir la depresión (socialización presencial y virtual)
-Alimentación: consumir alimentos frescos, variados y en proporciones adecuadas con efectos antioxidantes, bajo en sal y azucares,
Terapia cognitiva: Actividades como:
– Escribir (permite enlentecer la progresión de la enfermedad al estimular la motricidad fina y la memoria a corto plazo)
– Leer, (por lo menos 30 minutos al día, intercalando lectura en voz alta con lectura en voz baja, fortalece la concentración, memoria y la fluidez verbal)
– Ver fotografías de diferentes etapas de la vida, describiendo a las personas que están en ella, la situación en que fueron tomadas y los recuerdos que se general, ayudan a activar la orientación temporal y la memoria a largo plazo
– Conseguir reloj y calendario grande facilitara identificar la fecha, el año y la hora, para construir un ámbito orientador que permita adecuada claridad y conexión con el entorno.
– Realizar desafíos mentales Practicar juegos como el sudoku, laberintos, crucigrama o incluso juegos de meso como las cartas, domino y el ajedrez son herramientas que ayudan a la estimulación cognitiva, y si fueran juegos en parejas o en grupo de personas, se beneficiarían con la socialización. Estos deben ser un tipo de actividad que represente desafío para nuevo aprendizaje positivo, que no genere frustración.