El uso de repelente y mosquitero es clave para prevenir picaduras de mosquitos. Personas con comorbilidades y polimedicadas tienen mayor riesgo de presentar formas graves de la enfermedad. La evaluación médica ante el primer síntoma y el tratamiento oportuno es fundamental.
Atendiendo a la epidemia de chikungunya y la circulación de dengue en el territorio nacional, la cartera sanitaria recuerda la importancia de proteger a las personas de la tercera edad, considerados uno de los grupos vulnerables dentro del escenario epidemiológico.
En los albergues o residencias de estancia de adultos mayores se insta a tomar medidas para disminuir el contacto con los vectores que transmiten enfermedades arbovirales e impedir el riesgo de desarrollar complicaciones.
Se recomienda:
1) Prevenir la picadura de mosquitos con el uso de repelente que contenga DEET, entre 25% a 30%. Se aconseja igualmente la utilización de mosquitero, especialmente en personas encamadas.
2) Eliminar los criaderos para reducir la población de mosquitos y cortar el ciclo de vida del Aedes aegypti, transmisor del dengue, chikungunya y otros arbovirus. Se indica realizar de forma periódica el control de entornos: limpiar los registros de agua, canaletas, piletas; cambiar a diario el agua de bebederos de animales, floreros; y eliminar el agua acumulada de lluvia o riego de baldes, botellas, platos de macetas, axilas de hojas, tronco de árboles y desechar objetos en desuso que puedan acumular agua.
3) Mantener la hidratación de los adultos mayores es indispensable. Deben ingerir agua regularmente, aunque no tengan sed. Se aconseja que beban agua durante las comidas para favorecer la ingesta de alimentos, y para acompañar el consumo de medicamentos con, al menos un vaso de agua.
La necesidad básica de agua de las personas de la tercera edad se calcula con 8 a 10 vasos por día (200 a 250 ml por vaso).
4) El consumo diario de frutas y verduras es importante; además de ser alimentos ricos en agua, contienen nutrientes esenciales para el organismo.
En las residencias de estancia permanente es fundamental incrementar las actividades grupales y charlas educativas para el autorreporte de síntomas.
Chikungunya en los adultos mayores
En las personas mayores (de 60 años en adelante) los síntomas del chikungunya comienzan a manifestarse, por lo general, de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. Lo más común es una aparición repentina de fiebre mayor a 38°, acompañada de dolor en las articulaciones. Esta fiebre rápidamente puede llevar a la deshidratación y a un síndrome confusional, que requiere asistencia médica de inmediato.
Existe la posibilidad de tener síntomas leves, inclusive sin episodios febriles, por lo que la vigilancia de las personas mayores debe ser más cercana y permanente. Igualmente puede aparecer dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea.
El fuerte dolor en las articulaciones, por lo general, dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total, limitando la movilidad y aumentando el grado de dependencia.
La mayoría de los casos son personas comórbidas, polimedicadas, y debido a esta vulnerabilidad se pueden presentar formas graves de la enfermedad, por lo que el tratamiento precoz y oportuno, de acuerdo al periodo en que se encuentra la enfermedad, es fundamental.
Un gran porcentaje de los afectados con chikungunya requiere manejo ambulatorio, aunque un retraso en el tratamiento puede llevar a la descompensación y agudización de las patologías de base, con un desenlace fatal.
Ante la manifestación del primer síntoma asociado a chikungunya, se debe solicitar evaluación médica para el manejo integral del adulto mayor.