- Si bien el consumo de alimentos con Vitamina C es altamente favorable para la salud, la FAO señala que, para la prevención de resfríos o gripe esto no se aplica.
- Aunque no se descarta su efectividad para fortalecer las defensas del organismo contra el ataque de estas y otras enfermedades.
Las vitaminas son sustancias orgánicas presentes en cantidades muy pequeñas en los alimentos, pero necesarias para el metabolismo. Están presentes en las frutas, las hortalizas y diversos tipos de hojas.
Si bien el consumo de alimentos con Vitamina C es altamente favorable para la salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que, para la prevención de resfríos o gripe no se aplica esto. “Es una creencia común, mencionada también por algunos científicos, que dosis abundantes de vitamina C previenen y reducen los síntomas del resfriado común (coriza). Esta afirmación no se ha comprobado”, refiere la Organización, al tiempo que subraya que un extenso estudio sugiere una reducción modesta en la severidad de los síntomas en quienes toman vitamina C medicinalmente, “pero la vitamina no evitó los resfriados”, declara. Pero no se descarta su efectividad para fortalecer las defensas del organismo contra el ataque de estas y otras enfermedades.
FAO expone que tanto la falta de Vitamina C como su carencia acarrea serias consecuencias. Una carencia grave de Vitamina C puede dar lugar al escorbuto (que es cuando las paredes de los vasos sanguíneos son muy pequeños, los capilares, carecen de solidez y se vuelven frágiles, sangran y sufren hemorragias en diversos sitios) y ocurre por una falta consumo de alimentos frescos (frutas y verduras).
La carencia moderada de vitamina C puede incidir en una cicatrización pobre de las heridas, sostiene la Organización y menciona que la ausencia moderada de esta vitamina puede generar anemia, cansancio y debilidad, encías inflamadas que sangran fácilmente en la base de los dientes, hemorragias y la demora en la cicatrización de las heridas. En tanto que, las dosis altas de Vitamina C pueden ocasionar alteraciones gastrointestinales.
Para impedir la ocurrencia de cuadros respiratorios como la influenza o gripe, se recomienda la vacunación e intensificar las prácticas higiénicas, sobre todo el lavado frecuente de manos con agua y jabón.