Con el descenso de la temperatura se recuerda la importancia de la ventilación de ambientes, el lavado de manos frecuente, la hidratación y, la vacunación contra la influenza y COVID-19. En caso de síntomas respiratorios, utilizar mascarilla, acudir al servicio de salud y cumplir con el reposo indicado.
Sabías que el cuerpo puede verse afectado con los cambios bruscos de temperatura, especialmente cuando se pasa de un ambiente cálido a uno frío de forma abrupta, generando inflamación a nivel de las mucosas de las vías respiratorias. La población mayormente afectada en la temporada de frío es la de niños y adultos mayores.
Cuando la temperatura del ambiente desciende, las personas asmáticas tienen mayor riesgo de padecer una crisis, debido a que el aire frío es seco y aumenta la mucosidad por lo que deben asegurarse de contar con la medicación adecuada para afrontar la ola de frío.
Como medida de protección y prevención se recomienda:
- Vacunarse cada año contra la influenza y la COVID-19. La vacuna antigripal (cuadrivalente) evita los casos graves y sus complicaciones. En tanto que, la dosis anticovid (bivalente) protege contra las formas graves de la infección, y reduce las posibilidades de internación y muerte. Es igualmente importante mantener al día el esquema de vacunación regular de los niños/as, sobre todo en los menores de 5 años.
- Evitar la exposición al frío y a personas con síntomas respiratorios. Si está enfermo, no es recomendable visitar a los adultos mayores, quienes, por lo general, cuentan con enfermedades de base, por lo que son más propensos a padecer cuadros severos por afecciones respiratorias.
- Ventilación de ambientes: para realizar la ventilación de ambientes y no pasar frío, se sugiere abrigarse lo suficiente y abrir una puerta o ventana.
En cuanto a la ventilación domiciliaria en los días de mucho frío, se indica abrir puertas y ventanas al mediodía (horario en que aparentemente es menor el frío), por un espacio de 30 a 60 minutos y luego cerrarlos para evitar que las habitaciones se enfríen demasiado, puesto que tampoco es aconsejable estar mucho tiempo en una habitación muy fría.
- Lavado de manos: realizarlo de manera frecuente con agua y jabón.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar: con el pliegue interno del codo, nunca con la mano, esto evitará que los gérmenes expulsados puedan afectar a otras personas y llegar a objetos.
- Mantener la hidratación, aún en días fríos: la vía aérea (nariz y boca) es la principal defensa ante la aparición de virus, motivo por el que se recomienda hidratar al organismo consumiendo de 2 a 3 litros de agua por día.
El agua mantiene la funcionalidad de las vías aéreas y es el mejor expectorante al presentar un cuadro gripal, por lo que insiste en que la hidratación diaria es fundamental.
7.Calefacción de ambientes: para mantener la calefacción de ambientes en temporadas de mucho frío, se indica los dispositivos incandescentes, que irradian calor, como las estufas o el acondicionador de aire, que debe estar a una temperatura ideal entre 25° y 26°, temperaturas al que el organismo puede adaptarse. Es importante evitar colocarlos a temperaturas superiores a éstas, los alérgicos y asmáticos presentan cuadros obstructivos bronquiales cuando la calefacción está muy elevada. En ambientes con calefacción, los humidificadores son recomendables.
Se desaconseja el uso de braseros en el interior del domicilio y calefactores que generan viento, ya que secan mucho el ambiente y terminan secando las vías aéreas superiores.
- Desinfección superficies de “alto nivel de contacto”: como barandas, picaportes, escritorios, teclados, mouse de computadoras, juguetes, entre otros.
- Uso de mascarilla, que cubra la nariz, la boca y el mentón, al acudir a establecimientos sanitarios, y en caso de presentar síntomas respiratorios.
- Si manifiesta fiebre o algún signo o síntoma respiratorio (chorreo de nariz, tos, dolor de garganta): no acuda al lugar de trabajo o estudio en esas condiciones hasta la resolución del cuadro, para impedir la dispersión de la enfermedad. Realice reposo domiciliario, previa consulta médica.