Personas con síntomas deben acudir a la consulta médica, realizarse el testeo, cumplir con el reposo domiciliario y usar mascarilla para impedir la dispersión de la enfermedad.
En el país, las consultas por enfermedades tipo influenza (ETI) muestran un crecimiento progresivo en las últimas semanas, actualmente sobrepasando el umbral de alerta. Se observa igualmente un incremento de la actividad de virus respiratorios en la región, en el que se ha visto un aumento regional de casos por influenza.
La Dra. Sandra Irala de Vigilancia de la Salud recordó que de mayo a agosto se reportan habitualmente picos estacionales. Históricamente, entre los meses septiembre, octubre y noviembre bajan los casos. Luego, hacia finales de diciembre y enero se registra nuevamente un aumento de la influenza.
La médica advierte que para este año se marca una mayor actividad de influenza. Indicó que uno de los factores que incide en este aumento es la temperatura ambiente: “estamos teniendo temperaturas no habituales para esta época del año, con mínimas entre 15 y 16°C que va fluctuando entre una semana y otra, que favorecen la transmisión de virus respiratorios”.
En otro punto, Irala explica que el virus de la influenza tiene la característica de presentar repuntes fuera del pico estacional, pero hasta el momento, sin alcanzar esa magnitud. “Estos repuntes se dan, por lo general, después de un descenso sostenido, pero la magnitud no es igual a lo que se ve en la temporada de otoño-invierno”, señaló.
Los virus respiratorios se transmiten al hablar, toser y estornudar. Para prevenir la transmisión de estos virus se aconseja: al toser o estornudar cubrirse boca y nariz con la flexura del brazo, intensificar la higiene de manos, puesto que estás secreciones quedan en las manos y pueden ser un vehículo de transmisión del virus, y realizar el reposo domiciliario para evitar la propagación de la enfermedad.
La doctora señala que la influenza, también conocida como gripe, tiene los mismos síntomas que el COVID-19; puede manifestarse con fiebre, dolores de cabeza y de cuerpo, tos y congestión nasal. Ante estos síntomas, insta a acudir a la consulta médica para recibir el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado, a hacerse el testeo y cumplir con el reposo médico que puede ir de 3 a 5 días, en caso de contar con COVID positivo el reposo es de 7 días. Irala argumenta que el reposo es clave, sobre todo en los primeros días de la etapa de viremia, en el que los síntomas “son más fuertes” y el cuerpo necesita recuperarse.
Por otra parte, recomienda el uso de mascarilla a personas con síntomas respiratorios como medida para impedir la dispersión del virus respiratorio y proteger principalmente a la franja de riesgo: adultos mayores, aquellas personas con cáncer o que están recibiendo algún tratamiento con corticoides, o se hallan con las defensas disminuidas, ya que eventualmente el COVID-19 puede representar un mayor riesgo.
Advierte que si hay disminución del gusto y el olfato, apunta a una fuerte sospecha de que es COVID-19, virus que también está registrando aumentos está semana; en su mayoría son casos de reinfección.