Aunque no los ves, están allí, como el caso de la influenza o gripe.

El virus puede estar presente en el ambiente, en objetos contaminados con secreciones del enfermo que son expulsadas al hablar, toser o estornudar. 

Las afecciones por virus respiratorios cursan, por lo general, con presencia de fiebre, secreción nasal, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar. Si presenta cualquiera de estos síntomas u otro malestar, no demore en acudir a la consulta médica y evite la automedicación, de manera a impedir que el cuadro se agrave.

Hay que tener en cuenta que la persona infectada con algún virus respiratorio puede transmitir la infección aún sin presentar síntomas. En este sentido, es importante adherirse a las acciones de protección y prevención intensificando las medidas de higiene. Lavado de manos frecuente, uso de mascarilla al estar con síntomas respiratorios, limitar el apretón de manos o los besos al saludar y evitar compartir mate o cubiertos, sobre todo con personas visiblemente enfermas.

Medidas para protegerse contra las enfermedades respiratorias

• Uso de mascarilla (que cubra nariz, boca y mentón) en caso de presentar síntomas respiratorios.
• Ventilación de ambientes. Para realizar la ventilación de ambientes en temporadas de bajas temperaturas y no pasar frío, se sugiere abrigarse lo suficiente y abrir una puerta o ventana.
• Lavado de manos. Realizarlo de manera frecuente con agua y jabón.
• Desinfección superficies de “alto nivel de contacto”, como barandas, picaportes, escritorios,
• teclados, mouse de computadoras, juguetes, entre otros.
• Mantenerse hidratado. El agua mantiene la funcionalidad de las vías aéreas y es el mejor expectorante al presentar un cuadro gripal, por lo que insiste que la hidratación diaria, es fundamental.
• Vacunación. Es importante estar al día con sus vacunas contra la influenza, COVID-19 y neumococo, germen que mayormente produce neumonía.

En caso de presentar signos o síntomas respiratorios

Realizar la consulta médica si manifiesta fiebre o algún signo o síntoma respiratorio (chorreo de nariz, tos, dolor de garganta).

No acuda al lugar de trabajo o estudio en esas condiciones hasta la resolución del cuadro, para impedir la dispersión de la enfermedad. Cumpla con el reposo domiciliario.