- A personas con síntomas respiratorios, independientemente a su estado vacunal o resultado de laboratorio.
- Personal de salud, pacientes y familiares en áreas de urgencias, consultorios, salas de espera, salas de internación y laboratorio.
- También se recomienda usar mascarilla en áreas donde pueda existir aglomeración y no se cuente con una ventilación adecuada.
- Su uso es voluntario, pero altamente recomendable para evitar contagios en otras áreas del servicio de salud y para aquellas personas que decidan hacerlo por precaución.
Teniendo en cuenta la creciente demanda de consultas por cuadros respiratorios, desde el Programa Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de Infecciones Hospitalarias se recuerda la importancia del uso de mascarilla en los establecimientos de salud.
Cabe recordar que la utilización de mascarillas reduce la emisión de aerosoles generados al respirar, hablar, gritar, toser o estornudar, y es eficaz para reducir el riesgo de transmisión de todos los virus respiratorios circulantes actualmente (SARS-CoV2, virus sincitial respiratorio, Influenza A y B, Rinovirus y Adenovirus).
Atendiendo el escenario actual se recomienda:
Mantener el uso de mascarillas en personas con síntomas respiratorios, independientemente a su estado de vacunación o resultado de laboratorio.
En personal de salud se indica la utilización de mascarillas (quirúrgicas, respiradores N95 o su equivalente) en las áreas de atención a pacientes.
Pacientes y familiares deben usar mascarilla en áreas de urgencias, consultorios, salas de internación, salas de espera y laboratorio.
También se aconseja su uso en áreas donde pueda existir aglomeración y no se cuente con una ventilación adecuada.
Se exceptúa su uso en aquellas personas que tengan contraindicaciones, presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria y menores de 2 años.
Uso voluntario de mascarilla en áreas donde no hay atención directa al paciente, ni manipulación de muestras biológicas: oficinas administrativas, áreas de estar, biblioteca, estar de descanso, vestidores y salas de reuniones.
Cuidados para prevenir la transmisión de virus respiratorios
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón, o con soluciones hidroalcohólicas al 70%.
- Vacunación contra las enfermedades de invierno, a fin de reducir el riesgo de padecer cuadros graves.
- Manejo de la tos: cubrirse la nariz y la boca con el pliegue interno del codo o con pañuelos desechables (de un solo uso).
- Ventilación de espacios cerrados (al menos 10 minutos cada una hora).
- Limpieza y desinfección de superficies de alto contacto.
Es importante mantener las áreas diferenciadas, respiratorias y no respiratorias.